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27 sustitución. Puede ayudarnos a automatizar tareas, optimizar procesos, ganar tiempo y eficiencia, pero nunca podrá replicar el valor humano que define el ejercicio farmacéutico. La IA puede facilitar desde la gestión de datos hasta el apoyo en la toma de decisiones, pero la empatía, la escucha activa, la cercanía con el paciente y la experiencia profesional es un vínculo humano, y eso es precisamente lo que hace singular y valiosa nuestra profesión. Desde el COF de Pontevedra creemos que la clave está en integrar la tecnología sin perder la esencia. Por eso hemos impulsado formación específica en inteligencia artificial y generativa, que ha tenido muy buena acogida entre los colegiados. Continuaremos trabajando en esta línea porque el conocimiento tecnológico también forma parte del futuro profesional, pero siempre desde una visión crítica y realista”. -Miguel Ángel García, presidente del COF de La Rioja: “La IA, bien integrada, puede ser una gran aliada del farmacéutico. Ya estamos viendo cómo contribuye a mejorar la gestión de stocks, detectar patrones de consumo o prevenir interacciones medicamentosas. A medio plazo, nos permitirá personalizar aún más el consejo farmacéutico y facilitar la monitorización remota de ciertos tratamientos. En La Rioja ya trabajamos con plataformas como FarmaHelp y CisMED, que gracias al uso compartido de datos mejoran la atención ante desabastecimientos. Eso sí, no debemos perder de vista lo más importante: el factor humano. La tecnología debe estar siempre al servicio de la relación cercana y profesional con el paciente”. -Manuel Martínez del Peral, presidente del COF de Madrid: “La IA es un mundo que ahora mismo está en explosión. Cada día surgen nuevas herramientas de IA generativa que ofrecen muchas posibilidades, pero deben ser también bien analizadas y seleccionadas de forma adecuada para sacarles el máximo rendimiento posible, pues no todas funcionan ni de la misma manera ni sirven para todo. Hay campos donde ya pueden aportar mucho, como en el análisis masivo de información o para sintetizar contenidos. También en la resolución de determinadas consultas y chatbots. Creo que su aplicación en casi todos los campos que manejan información es inevitable y la farmacia no es una excepción, aunque aún queda mucho por andar y por explorar, pues existen también retos importantes como la gestión y la privacidad de los datos. Desde el COFM hemos llevado a cabo algunas iniciativas formativas en este terreno, y seguiremos trabajando para que la IA pueda usarse de la manera más provechosa posible en beneficio no solo de la profesión, sino también de los pacientes”. -Paula Payá, presidenta del COF de la Región de Murcia: “La IA debe entenderse como una herramienta que potencia, y nunca reemplaza, la experiencia y el criterio del farmacéutico. En el mostrador, su impacto será clave para optimizar procesos y personalizar la atención farmacéutica. La IA, por ejemplo, puede ayudar a detectar interacciones, optimizar el seguimiento terapéutico y ofrecer recomendaciones más precisas en tiempo real. Esto convierte la dispensación en un momento de consejo clínico de alto valor, elevando la seguridad del tratamiento y reforzando la confianza del paciente. Más allá del mostrador, la IA respalda la gestión predictiva de stock, reduciendo roturas y automatizando procesos administrativos complejos, como la trazabilidad y facturación, liberando al equipo para centrarse en la práctica asistencial. En nuestra organización, ya hemos iniciado programas de formación en IA aplicada con el objetivo de optimizar el trabajo y ofrecer un mejor servicio a los colegiados. Nuestro compromiso es acompañarlos en esta transformación, promoviendo la capacitación continua y buscando fórmulas de apoyo que hagan de la IA un aliado real en la mejora de la atención farmacéutica”. -Miguel Ángel Gastelurrutia, presidente del COF de Gipuzkoa: “La IA es un fenómeno que se irá integrando, tanto en nuestra forma de vida como en nuestra actuación profesional, de una manera natural. Ya hoy en día los buscadores y diferentes programas van incorporando esta tecnología que, poco a poco, iremos incluyendo en nuestros procedimientos de trabajo. Creo que es y va a ser sobre todo una ayuda para la práctica clínica de los profesionales de la farmacia”. -Rosa Arnau, presidenta del COF de Castellón (ICOFCS): “La IA ya no es algo lejano: ha llegado para quedarse, también en el entorno sanitario, y la farmacia comunitaria deber saber integrarla de forma útil, ética y segura. No se trata de sustituir al farmacéutico, sino de apoyar su labor con herramientas que le permitan dedicar más tiempo a lo verdaderamente importante: cada uno de los pacientes. En el mostrador, la IA puede ayudar a agilizar tareas rutinarias, lo que se traduce en una atención más precisa, más rápida y más ajustada a cada paso. Pero la relación con el paciente, la comprobación de interacciones, la interpretación de resultados analíticos, o incluso la personalización de consejos farmacéuticos en función del perfil del paciente, debe ser de carácter humano. También podría ser útil en el ámbito en la gestión de stock, control de caducidades o de predicción de demanda, lo que optimiza los recursos de la farmacia y reduce el margen de error. Desde el ICOFCS estamos muy atentos a esta evolución. Ya hemos dado pasos importantes, como la implantación del sistema DataMatrix, que ha modernizado por completo el control del medicamento y nos ha convertido en pioneros en España. Estamos convencidos de que la tecnología, bien utilizada y sin quitar la presencia humana, puede ser una gran aliada para el farmacéutico. Por eso, apostamos por una formación continua para que la profesión avance al ritmo que marca la sociedad. La clave está en integrar la tecnología sin perder la cercanía y la humanidad que caracterizan a nuestra profesión. La IA puede ser un apoyo potente, pero el trato personal seguirá siendo insustituible en la farmacia comunitaria”. -Isabel Arenas, presidenta del COF de Melilla: “La IA es una herramienta que, indiscutiblemente, ha impactado de lleno en todos los sectores en los últimos años. En el ámbito de la farmacia comunitaria, puede ayudarnos a agilizar diversos procesos. Esto permite a los farmacéuticos disponer de más recursos para ejercer nuestras funciones con un mayor valor asistencial. La novedad de la herramienta es tal que, probablemente, no se esté aprovechando en su totalidad actualmente; motivo por el cual consideramos importante seguir formándonos en esta dirección”. LA IA NO SUSTITUYE AL FARMACÉUTICO. LO POTENCIA Y MULTIPLICA SU CAPACIDADDE ESCUCHA Y CONSEJO

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