41 UN PAPEL INSUSTITUIBLE Marta Ruano concluye que las farmacias pueden colaborar en múltiples ámbitos: • Fortaleciendo la calidad de la atención farmacéutica en salud pública, a través de la red de farmacias centinela. • Participando en campañas de prevención como promotores de salud y educadores sanitarios. • Actuando como puntos de apoyo en la detección de situaciones de vulnerabilidad. • Avanzando en el ámbito digital con herramientas que faciliten una gestión y acceso al medicamento más ágil y eficiente. trabajando por un sistema sostenible y, sobre todo, al lado de los pacientes. Por eso, asegura que su objetivo es “continuar generando proyectos que hagan la farmacia cada vez más asistencial, social y digital; fortaleciendo el papel del farmacéutico como profesional sanitario esencial, cercano y accesible, siempre al servicio de la sociedad”. Un aliado contra la despoblación “Trabajamos intensamente con la Administración, especialmente con la Diputación de Segovia, en convenios de colaboración que repercuten directamente en la mejora de la salud de la población en el ámbito rural”, explica. Uno de los proyectos más relevantes es el desarrollo de los Sistemas Personalizados de Dosificación (SPD), que ya benefician a 268 pacientes en la provincia, con una producción anual cercana a los 13.000 SPD. “Este servicio evita ingresos hospitalarios y favorece que los pacientes en el medio rural puedan continuar viviendo en su casa o residencia habitual, porque son adherentes y están bien controlados”, añade. Considera que este tipo de iniciativas ayudan a que los pacientes del medio rural sigan en sus pueblos con apoyo de su farmacia de referencia, lo que encima contribuye a la sostenibilidad de las farmacias de viabilidad económica comprometida (VEC). Otros proyectos en colaboración con administraciones públicas, entidades locales y asociaciones de pacientes refuerzan este papel social y preventivo. “El farmacéutico es un experto en medicamento, pero también desarrolla políticas de prevención, educación sanitaria y digitalización que ayudan a mejorar la salud de las personas”, señala. Asimismo, gracias a su cercanía y accesibilidad, las farmacias son capaces de detectar situaciones de vulnerabilidad en la población. Barreras y retos Pese a los progresos, la presidenta del COF de Segovia reconoce que la implantación de nuevos servicios avanza “muy lentamente”. Una de las principales barreras sigue siendo la falta de remuneración: “La población es reacia a pagar por servicios. Aunque la Administración cada vez es más consciente de que las personas necesitan más apoyos y recursos para mejorar la salud, mantiene cierto recelo en financiarlos al tratarse de establecimientos de interés sanitario, pero de gestión privada”. Con todo, se muestra optimista. Vaticina que los resultados en salud acabarán convenciendo a la Administración, ya que están demostrando que estos servicios reducen el gasto sanitario y hacen un uso más eficiente de los recursos. El trabajo colaborativo con otros niveles asistenciales es otro de los frentes en los que Segovia está avanzando. Desde el Consejo Autonómico de Castilla y León se ha puesto en marcha el proyecto piloto en León Entrega de proximidad de medicamentos hospitalarios a pacientes externos, a través de las Farmacias Comunitarias. Ruano confía en que se extienda pronto a toda la comunidad, ya que “presenta múltiples bondades, especialmente para el paciente, y ahorra, directa e indirectamente, costes a la Administración y a los ciudadanos”. En el ámbito residencial y sociosanitario, la regulación de los depósitos de medicamentos vinculados a farmacias comunitarias de la Zona Básica de Salud está obteniendo“resultados óptimos” en cuanto a seguimiento y control de pacientes polimedicados e institucionalizados. Asevera que “el farmacéutico pasa a ser un agente de salud y un activo en beneficio de los pacientes por la cercanía y el nivel de compromiso que adquiere con la residencia y, en definitiva, con los pacientes”. “LA ADMINISTRACIÓN CADA VEZ ES MÁS CONSCIENTE DE QUE LAS PERSONAS NECESITAN MÁS APOYOS Y RECURSOS PARA MEJORAR LA SALUD” Por otro lado, se trabaja a nivel comunitario en la mejora y desarrollo del módulo de comunicación médico-farmacéutico, a través del sistema de receta electrónica, con el objetivo de resolver las incidencias del día a día (anulaciones, pautas de medicación, sustituciones, etcétera) y de aliviar la carga burocrática. Ruano recalca que los farmacéuticos necesitan mayor reconocimiento institucional y social. “Cada paciente valora muy positivamente a su farmacéutico de confianza, pero como profesión no siempre hemos obtenido el reconocimiento merecido”, razona. Por eso, el COF actúa como un “punto de apoyo y guía”, desarrollando proyectos en tres grandes ejes -asistencial, social y digital-. “Es un motor que une y alinea políticas en favor de los pacientes para ir todos en la misma dirección”, certifica. Define la normativa que regula la farmacia comunitaria en España como “muy medida, madura y que goza de equilibrio y sensatez”; siempre pensada en el beneficio del paciente. Sin embargo, reclama que las administraciones cuenten más con los farmacéuticos.“Sería muy positivo para la sociedad que contasen más con nosotros”, manifiesta. Alega que el farmacéutico es “un recurso fantástico por cercanía accesibilidad y capilaridad”; un colectivo que ha demostrado en múltiples ocasiones, como en la pandemia de la Covid-19, que contar con él “siempre es garantía de éxito”.
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