FARMACIA ASISTENCIAL 50 Cada vez son más los pacientes con síntomas digestivos que no responden solo a lo que comen, sino a cómo se sienten. Para Mª José Cachafeiro Jardón, cotitular de Farmacia La Pomar, situada en La Felguera (Asturias), el eje intestino-cerebro ya no es un concepto teórico: “Cuando el intestino se desajusta, muchas veces el origen está en la cabeza, y viceversa”. Estrés, ansiedad o cambios emocionales pueden alterar la motilidad intestinal, favorecer la disbiosis y agravar síntomas como la diarrea o el estreñimiento.“Cuando preguntas con calma, aparecen historias de ansiedad, duelo, estrés crónico o insomnio que el cuerpo acaba somatizando en el aparato digestivo”, afirma. Desde la farmacia, explica, el abordaje es cada vez más holístico. Junto a las recomendaciones habituales sobre probióticos o enzimas digestivas, se valora el estilo de vida, el descanso o el nivel de estrés.“A veces lo que más agradecen los pacientes es que alguien les dedique cinco minutos para unir las piezas”, apunta Cachafeiro, autora del libro Rejuvenece comiendo. El poder de la nutrición para mantener tu piel sana y joven (Hestia). En el mostrador, esta esta farmacéutica comunitaria, nutricionista y divulgadora, percibe un “cambio de paradigma”. “Los pacientes ya no buscan solo un protector gástrico o un laxante puntual, sino soluciones más naturales y sostenidas”, informa. Han ganado protagonismo los probióticos, las enzimas digestivas, las plantas carminativas y los adaptógenos. La demanda viene acompañada de confusión. Resume que el papel de los farmacéuticos “es clave para ordenar esa información”. Las formas de presentación innovadoras han irrumpido con fuerza, “han llegado para quedarse”. Sticks bebibles, gominolas, cápsulas vegetales o viales suponen una ventaja en términos de comodidad y adherencia, sobre todo en adolescentes, niños o pacientes polimedicados. “No es lo mismo lo que funciona, que lo que se toma. Y la adherencia, ya lo sabemos, no se negocia”, insiste Cachafeiro. Eso sí, recuerda que la galénica debe ir acompañada de una formulación sólida y segura. El vínculo entre digestión y estrés justifica cada vez más la recomendación de productos con acción relajante o adaptógena, como melisa, ashwagandha, L-teanina, rhodiola o magnesio. A su juicio, abordar el origen emocional es indispensable. Avisa de que,“si solo tratamos el intestino y no el origen del desajuste, los síntomas acaban volviendo”. Cachafeiro subraya que la alimentación antiinflamatoria es un pilar a menudo “infravalorado” en el manejo digestivo. Dietas ricas en verduras, frutas, legumbres, pescado azul, frutos secos y aceite de oliva virgen extra -y pobres en ultraprocesados- ayudan a reducir la inflamación intestinal, mejorar la microbiota y aliviar síntomas como gases, dolor abdominal o reflujo. Para mejorar el abordaje asistencial, concluye, son necesarias más formaciones independientes, protocolos claros, colaboración multidisciplinar y, sobre todo, tiempo y escucha. “El paciente digestivo a menudo se siente frustrado por no encontrar respuestas claras”, lamenta. Por eso, desde la farmacia se puede proporcionar “una visión integradora, derivar cuando hay señales de alarma, acompañar y prevenir”. Mª José Cachafeiro Jardón Farmacéutica comunitaria, nutricionista, divulgadora y cotitular de Farmacia La Pomar (La Felguera - Asturias) “CUANDO EL INTESTINO SE DESAJUSTA, MUCHAS VECES EL ORIGEN ESTÁ EN LA CABEZA”
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