73 Hace ya mucho tiempo que la farmacia comunitaria va mucho más allá de vender únicamente medicamentos. Cuando se trata de hacer frente al dolor que padecen los ciudadanos, ya sea crónico o agudo, y como primer punto de contacto sanitario, las oficinas siempre orientan sobre el mejor y seguro uso de los analgésicos, al detectar también posibles problemas que requieran derivación, con participación en la educación y seguimiento de pacientes con este problema tan común de salud. Su labor consiste en controlar, aliviar y, en algunos casos, también prevenir el dolor sorpresivo o constante que se presenta en la vida de las personas, alterando tantas veces su actividad cotidiana. Ya sea en el centro de una capital, en un barrio, en un pueblo o en una isla, el sector desempeña un papel esencial para la anticipación, el alivio y la vigilancia del dolor, al ser el protagonista de la dispensación, el consejo sanitario, principal detector de problemas susceptibles de agravarse y canal para la formación en salud de los ciudadanos. De forma que debe verse como una tranquilidad que cada vez se cuente con un arsenal terapéutico más completo tan cerca de las viviendas de la población, como confirma la vuelta al crecimiento del mercado de los analgésicos (N02). Siempre junto al que sufre Empáticos por vocación y profesión, los farmacéuticos comunitarios refrendan cada día su labor junto al que sufre, cumpliendo muy diversas tareas. Como se ha dicho, su función va mucho más allá de dispensar medicamentos como el paracetamol, el ibuprofeno, el metamizol o los opioides menores, además de supervisar las dosis, la duración de los tratamientos y las posibles interacciones que pudieran darse. Por eso impulsan la educación sanitaria del país y velan por la salud gastrointestinal, renal y hepática de los ciudadanos, derivando incluso a aquellos pacientes que precisen atención médica. Nunca les son ajenos ni el dolor, ni la fiebre, ni las consecuencias sensibles de los traumatismos o el propio dolor torácico. Sea suficiente o no el uso de comprimidos, parches de calor o soluciones tópicas mediante el valor balsámico de la palabra experta. Tanto si se trata de un episodio, como puede ser un dolor dental, como para asegurar los tratamientos en dolencias crónicas como la artrosis, las lumbalgias o las neuropatías, además de evitar que haya duplicidades o problemas de adherencia. En momentos en los que también cabe el consejo no estrictamente farmacológico mediante pautas sobre higiene postural, fisioterapia, ejercicio, dieta antiinflamatoria básica, aplicación de calor o frío localmente, junto a las muy útiles técnicas de relajación. Así como participar activamente en las oficinas en los programas de salud pública para la difusión y cumplimiento del uso racional de los medicamentos y la prevención de la automedicación, que muchas veces lleva al abuso de analgésicos. La realidad es que el farmacéutico está siempre dispuesto a encauzar esas dolencias tan comunes como perturbadoras para las personas, como cefaleas y jaquecas, que son constante motivo de consulta, así como el dolor musculoesquelético que producen las lumbalgias, las cervicalgias, los esguinces, las agujetas o las contracturas. Cuando no se trata de dolencias articulares y reumáticas más duraderas por deberse a las artrosis, las artritis leves o algunas inflamaciones menores. Pero también cuando el dolor es tan periódico como la dismenorrea en la mujer, o cuando se producen eventos puntuales como pueden ser los problemas en la boca debidos a la irritación de encías, las aftas o el tan temido dolor de muelas. Al igual que el dolor postraumático leve por haber recibido golpes, desarrollado hematomas o experimentado pequeñas contusiones. Pero sin olvidar tampoco el dolor que causan los procesos catarrales y gripales en la garganta, con fiebre y malestar general; o las dolencias leves digestivas debidas a cólicos, gases o trastornos abdominales menores. Situaciones anteriores relativamente menores y de gran experiencia para los farmacéuticos, compatibles en cualquier caso con su alta profesionalidad ante casos más graves cuando se trata de dolor oncológico, dolor neuropático intenso o crisis migrañosas severas. Entonces, el alto sentido de la responsabilidad que mueve a estos expertos les lleva a garantizar la continuidad asistencial y terapéutica, derivando inmediatamente al paciente a los recursos médicos más cercanos y dispensando aquellos fármacos opioides para los que se disponga de receta oficial. Siempre con la vista puesta en la adherencia terapéutica y en el posible surgimiento de efectos adversos para actuar en consecuencia. Datos que no duelen En esta nueva ocasión vuelve a resultar de la mayor utilidad la óptica Flexview que aplica la firma IQVIA para conocer en cada momento del año las ventas realizadas desde la red estatal de oficinas con registro mensual National Sell Out Monthly; en este caso, dentro del periodo concernido entre agosto de 2024 y julio de este año en curso y que se acota como MAT 07/2025. Para conocer en detalle las dispensaciones contabilizadas en euros a precios de venta al público (PVP) y cuantificación de las unidades retiradas por los pacientes y usuarios de las góndolas, anaqueles y mostradores de los establecimientos. Mediante el cómputo de las variaciones porcentuales de crecimiento (%PPG) y las cantidades finales alcanzadas. Para mayor conocimiento del mercado de los analgésicos (N02), divididos entre medicamentos analgésicos no narcóticos y antipiréticos (N02B); analgésicos narcóticos (N02A); fármacos antimigrañosos (N02C), y como novedad en este artículo, los productos gabapentinoides (N02D). Cuatro familias de medicamentos de las que también es necesario analizar el comportamiento igualmente a PVP de sus respectivos Top5 compañías. Este mercado vino de haber crecido el 0,69 % en valor y el 0,32 % en volumen hasta el fin del verano de 2023. Periodo al que siguió el retroceso del -2,72 % que se experimentó al completar el MAT 07/2024, con una cifra apenas superior a los 210,4 millones de unidades vendidas de analgésicos, por un valor a PVP que no alcanzó los 1.096,6 millones de euros, mientras que la tímida subida en volumen en ese mes de julio del año pasado se quedó en el 1,02 %. Hasta ver en el análisis de este periodo más reciente, cuando los analgésicos aumentaron su valor en un 2,39 %, cuantificado en más de 1.288,2 millones de euros, es decir, con una diferencia contable que se encaminó a los 200 millones de euros a PVP a favor del MAT 07/2025. En paralelo a una evolución en volumen que este pasado verano no subió del -0,73 %, quedando lejos de los 221,2 millones de dispensaciones el pasado mes de julio, a pesar de estar próximas las farmacias SUBE EL CONSUMO DE ANALGÉSICOS EN UN MERCADO DEL SISTEMA NERVIOSO TAMBIÉN EN LEVE SUBIDA
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