51 Es el primer punto de contacto de la población con el sistema sanitario, lo que lo convierte en un espacio de salud cercano y accesible, sin necesidad de cita previa y con amplios horarios. La farmacia comunitaria acompaña a la mujer en todas las etapas de la vida. “Desempeñamos un papel crucial como agente sanitario de primera línea, ofreciendo información sanitaria de calidad y accesible que impacta directamente en la educación y prevención”, expresa Ana Olivas Garrido, farmacéutica titular de Farmacia Hoya-Gonzalo (Albacete). Más allá de la dispensación de medicamentos, tiene un rol social, ofreciendo su apoyo, acompañamiento, escucha profesional y, sobre todo, intimidad y confidencialidad. María Dolores Ibáñez Jaime, farmacéutica titular de Farmacia María Dolores Ibáñez Jaime (Mira - Cuenca), afirma que estas últimas, la intimidad y confidencialidad, son “esenciales para tratar temas tan sensibles y delicados como la salud íntima de la mujer, maternidad, menopausia o anticoncepción”. Recuerda que los farmacéuticos son una figura de referencia sanitaria, “siendo capaces de detectar precozmente problemas de salud y orientar a las mujeres hacia recursos médicos cuando es necesario”. “Nuestra formación especializada nos permite detectar necesidades específicas, educar en salud y derivar cuando es necesario, acompañando a la mujer desde la adolescencia hasta la senectud”, testifica Teresa Bonnin, farmacéutica y nutricionista cotitular de Farmacia Bonnin CB (Palma de Mallorca), especializada en salud de la mujer. Hay unanimidad en que la botica es el primer contacto sanitario para muchas mujeres, aportando un espacio confidencial donde pueden resolver dudas íntimas sin cita previa. Desde la Farmacia Elena Jiménez Domínguez se esgrime que “la farmacia tiene el conocimiento científico, la cercanía y la continuidad en el seguimiento de cualquier patología que pueda presentar la mujer, desde la adolescencia hasta su etapa senior”. Ningún otro recurso sanitario conlleva esa continuidad en la atención, el nivel de accesibilidad, su inmediatez y la capacidad de respuesta global. Tampoco “la capacidad y el conocimiento para derivar cuando se considera que es necesario acudir al médico”. Adolescencia y juventud Las pacientes más jóvenes acuden a la farmacia fundamentalmente por tratamientos para la dismenorrea (dolor menstrual); consultas sobre dispositivos para la menstruación, como las copas menstruales; tratamiento del acné, que genera gran preocupación por el impacto estético, y dudas acerca de los anticonceptivos, especialmente en casos de olvidos o cambios de marca. La adolescencia es una etapa de grandes cambios hormonales, físicos y emocionales, donde surgen inquietudes sobre su físico y primeras experiencias. Es por ello que, en la farmacia, se reciben principalmente consultas relacionadas con la menstruación (dismenorrea, higiene íntima, etcétera), acné y cuidado de la piel, así como anticoncepción de urgencia y sexualidad. Sandra Pérez López, farmacéutica comunitaria en Puerto Real y secretaria del COF de Cádiz, celebra que, en cualquiera de estos escenarios, encuentran a un personal perfectamente capacitado para resolver sus inquietudes. “Es positivo que una adolescente consulte sus dudas de salud femenina al farmacéutico en lugar de buscar respuestas en fuentes poco seguras, ya que desde la farmacia comunitaria le proporcionaremos información fiable y le acompañaremos en la construcción de hábitos saludables desde el inicio de su vida adulta”, argumenta Ibáñez Jaime. Insiste en que la farmacia juega un papel fundamental en la educación sanitaria de adolescentes y jóvenes, porque es el espacio de salud más cercano a la población donde recibir información fiable sobre hábitos saludables (alimentación, ejercicio, salud sexual, control de estrés) con el fin de prevenir problemas en el futuro. De esta manera, el farmacéutico actúa como educador en salud y facilita que la adolescente tome decisiones informadas sobre su propio cuerpo y tratamientos. Aparte de fomentar los hábitos saludables, promover el autocuidado y la detección precoz de problemas, es de vital importancia la educación en temas de sexualidad y anticoncepción.“Los jóvenes suelen ser autónomos en sus decisiones, influenciados a menudo por las redes sociales y los medios digitales”, recalca Pérez López. Por ende, hay que redoblar esfuerzos en la educación sobre salud sexual, alertando sobre el preocupante aumento de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) en este grupo de edad. Bonnin detalla que en esta etapa las consultas más habituales se centran en el acné hormonal, las rutinas de cuidado facial (skincare), la anticoncepción de emergencia, la higiene íntima y la educación en salud menstrual. Son frecuentes las dudas sobre el uso de copas menstruales, la primera menstruación, los productos para aliviar el dolor menstrual y la orientación sobre métodos anticonceptivos. Asienta que muchas mujeres buscan asesoramiento en torno a “los cambios corporales, la alimentación saludable, la suplementación deportiva y la suplementación específica para esta etapa de la vida”. Al ser la suya una farmacia de barrio, crean un ambiente de confianza donde las jóvenes pueden resolver dudas sin prejuicios, promueven la autonomía en el autocuidado y establecen las bases para una relación saludable con su cuerpo y su salud reproductiva. Un tema preocupante, avisa María García Batista, titular de Farmacia Dania Lcda. María García Batista, es “el aumento de problemas de salud mental entre adolescentes y jóvenes”. Concretamente, el incremento de casos de ansiedad, depresión y estrés.“La farmacia comunitaria puede detectar signos tempranos de malestar emocional y ofrecer orientación adecuada a los jóvenes. Una intervención basada en la educación, acompañamiento y derivación al responsable”, revela. Es básico coordinar con servicios de salud pública para el seguimiento de casos de riesgo, que puedan acabar derivando en suicidio infantil. La salud menstrual sigue siendo un tema rodeado de tabúes y desinformación. Muchas mujeres no reciben educación menstrual suficiente ni orientación sobre cómo manejar los síntomas. “Ayudamos a identificar signos de alerta como dolor excesivo, sangrado irregular o ausencia de regla”, acentúa.Y preocupa el incremento de obesidad infantil y juvenil.“Dietas pobres en frutas y verduras y altas en consumo de ultraprocesados, sumadas a la falta de actividad física y aumento de tiempo frente a pantallas”, alerta. Muchas farmacias realizan campañas informativas sobre alimentación saludable y actividad física, y colaboran en campañas de detección y seguimiento de enfermedades asociadas, como es el caso de la diabetes tipo 2. Porque “la adolescencia es una etapa caracterizada por profundos cambios físicos, psicológicos y sociales, en la que comienzan a consolidarse las conductas sexuales”. Relata que ven diariamente en estos adolescentes niveles limitados de conocimiento y conciencia sobre las ITS, y cada año se registran más casos. Las más comunes son clamidia, gonorrea, sífilis, virus del papiloma humano (VPH), herpes genital y tricomoniasis. “Educamos sobre el uso correcto del preservativo como método de protección dual, anticonceptivo y preventivo de ITS, y recordamos que hay personas completamente asintomáticas que no saben que tienen una ITS, y por eso es tan importante el uso
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