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99 que se administran en diferentes etapas del desarrollo infantil. La de la Hepatitis B (HBV) se administra en tres dosis: al nacer, a los dos meses y a los dos meses. Por su parte, la de Difteria, Tétanos y Tosferina (DTPa) se inyecta en cinco dosis, comenzando a los dos meses y continuando hasta los seis años. Por su parte, la de la Polio (VPI) se administra junto con la vacuna DTPa a los dos, cuatro, y 11 meses de edad. En la infancia también se incluye la vacuna del Sarampión, Paperas y Rubéola (SPR) en dos dosis: una a los 12 meses y otra a los 3-4 años. La del Meningococo C se recomienda a los cuatro y 12 meses, y nuevamente a los 12 años. En cuanto a la de la Varicela, se inocula en dos dosis, una a los 15 meses y otra a los 3-4 años, si no se ha contraído la enfermedad. Además, algunas comunidades autónomas pueden incluir otras vacunas adicionales en su calendario. Higiene y cuidado de la piel del bebé El farmacéutico, igualmente, es un valioso asesor en el cuidado e higiene de la piel del bebé, que es especialmente delicada y susceptible a sufrir irritaciones e infecciones. La higiene y cuidado de la piel del recién nacido tienen importancia, porque al ser más frágil hay más facilidad de infección e irritación. Por ello hay que hacer énfasis en ciertos principios como limpieza suave, hidratación y humidificación adecuada, evitar la fricción y maceración en pliegues cutáneos y protección frente a irritantes y luz solar. En la guía ‘Consultas pediátricas frecuentes en la farmacia comunitaria’, la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC) responde una por una a las cuestiones sobre el cuidado del bebé que los farmacéuticos responden desde su mostrador. Por ejemplo, cómo cuidar el ombligo del recién nacido. “Lo más importante no es la forma de curarlo, sino mantenerlo siempre limpio y seco. Los antisépticos más usados son el alcohol de 70º y la clorhexidina al 0,5 %. Se suelen aplicar dos veces al día, hasta 48 horas después de la caída del cordón, aplicándolos sobre la zona de transición entre el cordón y la piel normal”, desarrollan. ¿Qué ropa es aconsejable en el recién nacido?, es otra pregunta frecuente en las oficinas de farmacia. Conviene que sean vestidos holgados y de algodón, sin etiquetas ni adornos que puedan irritar la piel. Es mejor evitar ropa de lana en contacto directo con la piel porque puede ser irritante. Se debe abrigar al bebé en forma proporcional a un adulto. En climas cálidos se evitará el uso de gorros, guantes o fajeros. Asimismo, la ropa del bebé debe lavarse con jabones específicos, evitando detergentes, suavizantes y cloro, que pueden irritar la piel e incluso ocasionalmente ser tóxicos. En cuanto al baño, el primero se puede hacer a las 2-6 horas después del nacimiento, unavez se ha estabilizado su temperatura corporal. Es decir, no es necesario retrasar el primer baño hasta que se haya caído el cordón. En general, no hace falta bañar al recién nacido todos los días. Se recomienda bañarlo dos o tres veces a la semana o cada dos días. Algunas zonas (anogenital, pliegues axilares e inguinales, manos, secreciones orales y nasales) se deben limpiar cuantas veces sea necesario. A su vez, el abuso de jabones y la excesiva temperatura, frecuencia o duración de los baños eliminan la capa lipídica, favoreciendo la sequedad de la piel y la dermatitis irritativa. Por eso, se aconseja el uso de jabones neutros o ligeramente ácidos y sin perfume ni color, que contengan un surfactante suave y un emoliente. Se aplican en poca cantidad, con la mano o esponja suave. Otro problema común de consulta en la farmacia es la dermatitis del pañal, que se manifiesta con enrojecimiento e irritación de la piel, produciendo una intensa molestia en el bebé. Para evitar su aparición, los expertos recomiendan cambiar el pañal tras cada deposición de heces u orina, limpiando y secando completamente la piel. De igual forma, se debe evitar ajustar demasiado el pañal para permitir cierta circulación del aire. Las madres y padres no solo encuentran en las farmacias el consejo experto, sino también productos y fórmulas específicas para calmar y prevenir la dermatitis del pañal. Es el caso de las pomadas a base de óxido de zinc y vaselina, que, en ocasiones, se acompañan de principios activos que favorecen la recuperación de la piel, como alantoína o aceite de caléndula. No hay que olvidar que la higiene de la piel del bebé ser respetuosa, de ahí que haya que emplear productos específicamente formulados para él, sobre los que el farmacéutico también aconseja. UN PROBLEMA COMÚN DE CONSULTA EN LA FARMACIA ES LA DERMATITIS DEL PAÑAL, QUE SE MANIFIESTA CON ENROJECIMIENTO E IRRITACIÓN DE LA PIEL, PRODUCIENDO UNA INTENSA MOLESTIA EN EL BEBÉ

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