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97 Referencias: *Shao J. Zhou, Thomas Sullivan, Robert A. Gibson, Bo Lonnerdal, Colin G. Prosser, Dianne J. Lowry and Maria Makrides // Br J Nutr. 2014 ;111(9):1641-51. **Prosser CG, Svetashev VI, Vyssotski MV, Lowry DJ // J Dairy Sci. 2010;93(7):2857-62. ***Youngshin Han, Eun-Young Chang, Jihyun Kim, Kangmo Ahn, Hye-Young Kim, Eun-Mi Hwang, Dianne Lowry, Colín Prosser and Sang-Il Lee // Nutrition Research and Practice 2011;5(4):308-312. Por su parte, Capricare tiene un proceso de elaboración más sencillo y natural, minimizado, en el que se utiliza el 100% de las proteínas naturales sin manipulación y el 55% de la materia grasa de la leche entera de cabra. Capricare es la única fórmula infantil del mercado que utiliza leche entera de cabra, manteniendo sus propiedades naturales. Se suplementa con aceites vegetales ricos en ácido linoleico y alfalinoleico, así como con vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales para adaptarse a los niveles de las recomendaciones sanitarias oficiales de las fórmulas infantiles. Digestión más suave y natural Gracias a su perfil proteico, que presenta niveles muy bajos de alfa s1- caseína, el tamaño de las micelas de caseína, formadas por la acción de la renina gástrica (fermento Lab) de la leche de cabra, hacen que el cuajo sea unas 10 veces más blando que el de leche de vaca y más similar a la leche materna. Esto conlleva una digestión gástrica más suave que favorece el vaciado gástrico. Estas características hacen valorar su idoneidad en la dieta de lactantes con reflujo gastroesofágico no complicado. Más componentes naturales A diferencia de la leche de vaca, la leche de cabra tiene un proceso de secreción más parecido al de la leche materna, que libera componentes celulares presentes de forma natural, como nucleótidos, taurina, poliaminas y aminoácidos libres. Este proceso de secreción, que conserva más componentes celulares, se denomina ‘secreción apocrina’ y es predominante en humanos y cabras. El proceso de secreción predominante en la leche de vaca es el denominado ‘secreción merocrina’ y no conserva tantos componentes celulares. Los niveles de nucleótidos totales son del orden de 15mg / 100g (3 mg / 100 Kcal)**. La proporción de oligosacáridos en la leche de cabra es más rica que en la leche de vaca, siendo su perfil más similar al de la leche materna. Los oligosacáridos juegan un papel fundamental en el desarrollo de la flora probiótica y otros efectos inmunológicos. Dado que contiene un 55% de la grasa láctea, los glóbulos de membrana lipídica (MFGM) se encontrarían presentes como en la leche materna. Capricare alivia el estreñimiento leve Una de las diferencias más significativas con respecto a la leche de vaca se encuentra en la composición y estructura de la materia grasa de la leche de cabra. El tamaño promedio de los glóbulos grasos en la leche de cabra alcanza de 2,5 a 3,5 micrones, mientras que la de vaca es de 10 micrones. Su menor tamaño facilita una mejor dispersión y una distribución más homogénea de la grasa. No contiene aglutinina, por lo que sus glóbulos, al estar dispersos, son atacados más fácilmente por las enzimas digestivas y, por lo tanto, la velocidad de digestión es mayor. Estudios clínicos realizados con Capricare*** muestran que las heces de los lactantes alimentados con esta fórmula se asemejan en consistencia a las de los bebés alimentados con pecho y que el número de evacuaciones es más frecuente y sin molestias. Esto es debido a que las fórmulas de esta marca contienen un 30% de los ácidos grasos del palmítico en posición beta de triglicérido, lo cual favorece la absorción de dicho ácido graso.

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