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Las actividades diarias no predisponen a la prevención de un accidente cerebrovascular

Las actívidades físicamente exigentes que se realizan a lo largo del día pueden contrarrestar los efectos positivos del ejercicio físico y, por tanto, no proteger ante un posible accidente cerebrovascular. De ahí, que una mejor comprensión de las asociaciones específicas de dominio de la actividad física resulte crucial para adaptar las estrategias de prevención del ictus.

La actividad física es una de las mejores estrategias para mejorar la salud general, prevenir otros factores de riesgo cardiovascular y estimular varios mecanismos potencialmente neuroprotectores. Si bien el ejercicio físico se ha asociado sistemáticamente con un riesgo reducido de accidente cerebrovascular, los estudios existentes han arrojado resultados contradictorios al respecto. Al respecto, ... + leer más


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