IMFarmacias_143

105 Poco a poco vamos dominando la teoría y la práctica del cuidado facial. Ahora bien, ¿le prestamos la misma atención a la piel del cuerpo que a la del rostro? Muy probablemente la respuesta mayoritaria a esta pregunta sea no, más allá de los hábitos de higiene y los clásicos mantras que conocemos de sobra en relación a aspectos básicos como la alimentación saludable, el descanso, la práctica de deporte y la protección al sol. Un estudio para conocer la forma en la que los españoles compran determinados productos de belleza y cuidado de la piel, elaborado por plataforma global de investigación de mercados Appinio, muestra cuáles son los productos más demandados. Así, los artículos de aseo personal (87%), los productos para el cuerpo y el baño (77%), los productos de perfumería (73%) y los productos para la piel (56%), son aquellos que los encuestados consumen cada día. ¿Cómo identificar nuestro tipo de piel? Sin embargo, cabe recordar que la piel es el órgano de mayor tamaño del cuerpo. Es decir, abarca mucho más que el rostro. Y dado que su función es protegernos de agresiones externas, mantenerla en buen estado resulta vital para la salud. Así lo recalca Cristina Tiemblo, vocal nacional de Dermofarmacia del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, en un videoconsejo sanitario enfocado al cuidado de la piel y a brindar recomendaciones desde la farmacia para mantenerla en buen estado. “En primer lugar vamos a conocer qué tipo de piel tenemos: seca, normal, mixta... Esto es muy importante para poder adoptar los hábitos necesarios para cada tipo de piel”, afirma la farmacéutica. Esto es un paso muy importante para obtener mejores resultados al limpiarla e hidratarla. Pero, ¿cómo saber qué tipo de piel tenemos? Farmacéuticos Formuladores, comunidad científica de farmacéuticos dedicados a la innovación de productos de bienestar y belleza, afirman que la respuesta se puede encontrar a través de una simple observación. Si la piel es brillante, gruesa y tiene los poros dilatados, probablemente nos encontremos ante una piel grasa. “También es más propensa que otros tipos de piel a la aparición de lesiones acneicas”, añaden. Si la piel está escamada y se siente tirante cuando lleva un tiempo sin hidratarse, “es muy probable que sea una piel seca o deshidratada”. En caso de que no sea grasa ni seca y no presente problemas específicos como rojeces o HIDRATAR LA PIEL NO SIRVE DE NADA A LA HORA DE EVITAR EL ENVEJECIMIENTO SI NO LA PROTEGEMOS DE LOS RAYOS UV sensibilidad, lo más seguro es que estemos ante una piel normal o equilibrada. Y, en caso de darse situaciones de enrojecimiento, picor o quemazón, podremos calificar la piel de sensible. Además, la portavoz del CGCOF recuerda que “debemos saber qué fototipo de piel tenemos. Esto quiere decir la capacidad que posee nuestra piel para asimilar la radiación solar. Los fototipos se clasifican del 1 al 6, siendo el 1 el de las pieles más claras, y el 6 el de las pieles más oscuras”. Por otro lado, la boticaria hace hincapié en la incorporación de hábitos de vida saludables. Aparte de los que ya conocemos, por ejemplo, “no sometiendo a la piel a cambios bruscos de temperatura, tanto de frío como de calor; una buena limpieza es fundamental también con los productos adecuados y, muy importante: mantenerla hidratada”. Igualmente, Cristina Tiemblo insiste en que “si notamos cualquier anomalía, debemos acudir al dermatólogo para un buen diagnóstico”. Finalmente, la especialista comenta que “hay que tener en cuenta que algunos medicamentos pueden afectar a la piel, como por ejemplo, los fotosensibilizantes”. Con lo cual, mantener una rutina de cuidado de la piel, ya sea facial o corporal, es completamente esencial, ya que es la primera línea de defensa contra cualquier patología del organismo. Al mantener una buena salud cutánea y fortalecida en todo el cuerpo, la barrera protectora de la piel está prevenida frente a los factores ambientales e, incluso, el estrés. Rutina para el cuidado corporal paso a paso En este sentido, los Farmacéuticos Formuladores han elaborado una guía de una rutina de cuidado corporal saludable punto por punto. Lo ideal para empezar una rutina para el cuidado de una piel sana es darse una ducha. No obstante, por muy apetecible que resulte, sobre todo en invierno,subir demasiado la temperatura daña la barrera cutánea. “Las duchas o baños calientes eliminan los aceites protectores de la piel, provocando deshidratación y sequedad en el cuerpo. Lo más recomendable es regular la temperatura, ni agua helada ni agua muy caliente, sino un calor agradable”, aconsejan los expertos de la sociedad científica. Es más, ducharse con agua temperada mejora de la capacidad de respuesta a las lesiones, ayuda a retener los aceites naturales sin causar resequedad en la piel, evita la deshidratación y ayuda a la tonificación de la barrera cutánea. Y, como hemos dicho anteriormente, es muy importante reconocer el tipo de piel para saber qué productos de cuidado corporal usar durante y después de la ducha. Por ejemplo, existen diferentes cremas hidratantes, exfoliantes y geles de ducha para diferentes tipos de piel, o indicados para casos específicos de piel sensible o extremadamente seca. Mantener una higiene personal exhaustiva es una necesidad imperiosa a día de hoy. Pero no solo es importante tener el cuerpo limpio y aseado, sino que el cuidado adecuado de la zona íntima puede proteger de infecciones y enfermedades invasivas en los genitales. Por ello, hay que asegurarse de seguir una serie de hábitos a la hora de cuidarse. “Aunque se trata de un problema que afecta a ambos sexos, es innegable que la zona íntima femenina es más susceptible de desarrollar infecciones, un desequilibrio del pH de la vagina o deterioro de la flora vaginal”, apuntan. Por lo tanto, es fundamental seguir los consejos de dermatólogos y farmacéuticos, empezando por no utilizar cualquier jabón, pues el pH del cuerpo es diferente al de la zona genital. En esa zona tan delicada se debe aplicar un gel íntimo con un pH compatible. “Cada persona es diferente, y los niveles de pH en la zona genital pueden cambiar a lo largo de la vida a causa de diferentes factores claves como la edad, periodo menstrual, la menopausia o durante el embarazo”, recalcan los farmacéuticos. El tercer paso que no debe faltar en la rutina de cuidado corporal es la exfoliación, una parte tan esencial como las demás. No en vano, estos productos ayudan a eliminar las células muertas de la piel, a desobstruir los poros y a fomentar el crecimiento de nuevas células. El resultado: una piel bonita y de aspecto saludable. Ahora bien, con moderación. Exfoliarse con demasiada

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=