EL FARMACÉUTICO 18 familias jóvenes que vienen por consultas y a pedir asesoramiento de dermo, infantil o nutricosmética”, explica. El pilar fundamental de la farmacia en la que trabaja Victoria es el equipo profesional. “Hay una formación continuada, tratamos a la mayoría de los pacientes por su nombre, y tanto el stock como los servicios que se ofrecen son muy amplios: desde la medida del perfil lipídico hasta el SPD, pasando por cesación tabáquica y programas de Nodofarma Asistencial”, detalla. Convencida de que la farmacia comunitaria está infrautilizada, recuerda que “cada día pasan por la farmacia tres millones de personas en una red de más de 22.000 oficinas de farmacia, única en Europa”. Y añade: “Somos el nexo ideal entre el paciente y el médico de Atención Primaria, y esto debería aprovecharse. El problema es que no hay un flujo de comunicación fluido entre Atención Primaria y el farmacéutico”. A su vez, también destaca el papel de la farmacia en prevención y educación sanitaria: “Un buen ejemplo es el programa de detección precoz de cáncer de colon de la CAIB”. De lo que no hay duda es de que el modelo de farmacia actual va mucho más allá de la dispensación. “El farmacéutico juega un papel importante no solo en el tratamiento de enfermedades, sino también en la prevención, promoviendo buenos hábitos y servicios”, asegura. Entre ellos, el servicio estrella es el SPD, “donde hay un seguimiento continuo del paciente, y éste lo agradece y lo acepta muy bien”. No obstante, insiste en que los servicios profesionales requieren formación y reconocimiento económico. “Los servicios no están remunerados o tienen un precio simbólico”, advierte Victoria antes de incidir en que “lo ideal sería que los remunerara el sistema público; pero al menos si empezáramos con un porcentaje abonado por el paciente y otro por el SNS ya sería un gran paso”. Y razones no faltan: “Estos servicios actúan en el problema antes de que éste aparezca, por lo que se evitan gastos mayores a nivel hospitalario y también complicaciones en la salud del paciente”. La farmacia, sostiene, “es una pieza muy importante del sistema sanitario, pero solo tendrá continuidad si hay formación continuada y comunicación con Atención Primaria”. En cuanto a la tecnología, Victoria reconoce que la robótica y el big data son ya una realidad. “El big data, por ejemplo, contribuye a conocer las tendencias en el uso de medicamentos y mejorar los resultados clínicos. Son herramientas que, con un uso racional, nos ayudan a conseguir que la farmacia siga funcionando, pero en ningún caso deben sustituir nuestra labor”. Con mirada optimista, Victoria vislumbra un futuro sólido para el modelo farmacéutico. “Para mantener el modelo de la farmacia actual debemos evolucionar hacia una farmacia donde se ofrezcan diversidad de servicios de manera profesional y remunerada”. “DEBEMOS EVOLUCIONAR HACIA UNA FARMACIA DONDE SE OFREZCAN DIVERSIDAD DE SERVICIOS DE MANERA PROFESIONAL Y REMUNERADA” que ha cambiado es el hecho de que tenemos que estar formados e informados para contrarrestar la cantidad de información que trae el paciente del uso de las redes y de internet”, apunta. Su visión es clara: la farmacia es asistencial o no es. En este sentido, apunta, “nuestra farmacia se caracteriza por el tiempo que le dedicamos a cada paciente; no nos quedamos en el simple gesto de dispensar, sino que escuchamos, indagamos e intentamos ayudarles”. Actualmente, en la farmacia de Marina se ofrecen servicios como el cribado de cáncer de colon, la dispensación de mantenimiento de metadona y la elaboración de SPD. Pero hay mucho más trabajo detrás del mostrador del que no siempre se tiene constancia. “Hay una gran parte de nuestro trabajo que no está registrado, por lo que no se puede valorar. Se hace a diario el servicio de farmacia asistencial, pero a nivel general no queda en ningún sitio apuntado”, lamenta. Entre los servicios que prestan, destaca especialmente el de nutrición. “La sociedad cada vez es más consciente de que la salud también comienza en una nutrición correcta y adecuada”, afirma convencida. El futuro, como en muchas otras profesiones sanitarias, está lleno de incertidumbres, pero también de oportunidades. “Veo un futuro cambiante”, vaticina la farmacéutica antes de añadir que “se trata de ir adaptándonos sin perder de vista que somos profesionales sanitarios, con un papel importante dentro de un sector por el que tenemos que seguir luchando”. “SE TRATA DE IR ADAPTÁNDONOS SIN PERDER DE VISTA QUE SOMOS PROFESIONALES SANITARIOS Y CON UN PAPEL IMPORTANTE DENTRO DEL SECTOR” Victoria Alzanillas (Islas Baleares) Con dos décadas de experiencia en la misma botica, Victoria Alzanillas ejerce como farmacéutica adjunta y vive su profesión con una clara vocación de servicio. “Para mí, la vocación farmacéutica consiste en estar al servicio del paciente en todo momento”, afirma nada más recibirnos. Y añade que “lo que más me gusta de mi labor diaria es la confianza que depositan en nosotros”. Su farmacia se encuentra en una zona turística con una población muy diversa y cambiante, aunque mantiene la esencia de una farmacia de pueblo. Atiende tanto a personas mayores como a familias jóvenes de distintas nacionalidades. “Suelen acudir pacientes de tercera edad para retirar su medicación habitual y pedir consejo en síntomas menores, a los que se suman
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