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EL FARMACÉUTICO 12 José Ignacio Serrano (Islas Canarias) José Ignacio entiende la vocación farmacéutica unida de manera indisoluble al trato directo con las personas. “Adquirí mi farmacia hace cinco años, cuando surgió la oportunidad en un entorno rural. Me permite día a día desarrollar lo que más me gusta de mi profesión: estar cerca de las personas, asesorarlas y darles apoyo”, empieza a explicarnos. Su botica está enclavada en Tejeda, un municipio de apenas dos mil habitantes en la isla de Gran Canaria. “Al ser una farmacia rural tenemos un servicio personalizado porque conocemos a la perfección al paciente, y eso permite adaptarnos a sus necesidades”. Un paciente principalmente mayor, que necesita que le expliquen su tratamiento y velar por la adherencia al mismo. Soporte esencial para el sistema sanitario y para los ciudadanos, la labor fundamental de la farmacia y, por ende, de los farmacéuticos, es “escuchar a la población y ayudarla en todo lo relacionado con su medicación: en el uso racional de los medicamentos y en los productos sanitarios”. Además, las farmacias son imprescindibles en la promoción de la salud, con medidas preventivas como programas de vacunación de la gripe o de la Covid-19, de detección precoz de enfermedades como diabetes o de cribado de cáncer de colon. “En mi farmacia, desde hace unos meses, hemos empezado a hacer SPD, y es algo que los pacientes están valorando mucho porque les ayuda en la adherencia a los tratamientos”, apunta. En cuanto a la remuneración o no de determinados servicios, José Ignacio ve las dos caras de la moneda: “Es cierto que, en muchas ocasiones, lo que no se paga no se valora, pero no es menos cierto que, lamentablemente, gran parte de la población no tiene medios económicos para afrontar estos servicios, por lo que se ven obligados a renunciar a los mismos”. A día de hoy, no se entiende el sistema de salud público en España sin la farmacia. Una farmacia que avanza hacia el futuro y que demanda más protagonismo, por ejemplo, en las reformas sanitarias europeas para afrontar problemas como los desabastecimientos. “Nuestro valor más importante es la prestación del servicio a través del conocimiento de las necesidades del paciente por contacto estrecho con él. Esto nos augura un buen futuro”, asegura nuestro entrevistado antes de añadir que, “si, por el contrario, nuestra contribución se limita a la aportación logística y financiera, existirán otros modelos que pueden ser más eficientes que el modelo actual”. Para José Ignacio, la sostenibilidad a largo plazo pasa por aumentar la prestación de valor orientada a la vinculación y satisfacción del paciente a través de la personalización del servicio. En cuanto a la farmacia online, considera que “las máquinas y los procesos son fáciles de copiar, pero un buen servicio que nos lleve a la vinculación del cliente recae directamente en las personas, y eso es difícil de replicar”. Sin embargo, la razón de ser de la farmacia es el medicamento, y los dos servicios fundamentales son la dispensación y la indicación farmacéutica, afirma Alberto. Desde este punto hay que llegar al resto de servicios: “Las farmacias comunitarias deben seguir superando el modelo tradicional de farmacia, centrado fundamentalmente en la dispensación de medicamentos, para pasar a complementar el servicio profesional farmacéutico asistencial de dispensación con las consultas de salud”. Se trata, en definitva, de ir hacia un nuevo modelo de farmacia orientado a los servicios profesionales farmacéuticos asistenciales que aporte respuestas a las nuevas necesidades del paciente. La digitalización de las bases de datos, el uso de las redes sociales, la interacción formativa científica a través de dispositivos electrónicos o el uso de WhatsApp como canal de comunicación, son muestras de la incorporación de las tecnologías digitales complementarias a la atención presencial de la farmacia comunitaria. Hablando de nuevas tendencias, Alberto no duda en afirmar que “veo el futuro con optimismo, pues se trata de un modelo que asegura la disponibilidad de farmacias comunitarias en todo el territorio nacional”. “Ha sido un modelo de éxito tanto en la accesibilidad como en la calidad de los servicios”, concluye. “LAS ADMINISTRACIONES DEBEN PROMOVER LA PARTICIPACIÓN ACTIVA DE LOS FARMACÉUTICOS COMUNITARIOS DENTRO DE PROGRAMAS DE DETECCIÓN PROTOCOLIZADOS” “LAS FARMACIAS CONTRIBUYEN AL NO COLAPSO DE LA ATENCIÓN PRIMARIA CON IMPLANTACIONES TECNOLÓGICAS PUNTERAS”

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