119 funcionamiento de nuestro organismo. Algunas de las funciones desempeñadas por estos microorganismos son la digestión de alimentos, la síntesis y absorción de vitaminas, la regulación del metabolismo, la eliminación de compuestos tóxicos, el mantenimiento del sistema inmune y la protección frente a organismos patógenos. Incluso antes de nacer, los seres humanos estamos colonizados por microorganismos. En las primeras etapas de la vida, la composición y diversidad del microbioma está condicionada por el propio microbioma de la madre y el tipo de nacimiento y alimentación. A lo largo de la vida adulta, la exposición a factores ambientales y fármacos, los hábitos de vida, el estrés y la genética influyen en la composición del microbioma de cada individuo. Debido a su enorme capacidad metabólica, el microbioma es considerado un ‘órgano’ imprescindible para la vida y con clara influencia en la salud y la enfermedad. Aunque por lo general es el microbioma intestinal el más conocido, en este artículo vamos a referirnos al microbioma cutáneo, al ser la piel es una de las primeras líneas de defensa del cuerpo frente a las infecciones (barrera cutánea). La piel sana alberga distintos tipos de bacterias, el microbioma cutáneo, miles de millones de microorganismos también conocidos como la flora de la piel. El microbioma ayuda a mantener la piel saludable, protegiéndola de bacterias dañinas y generando nutrientes, enzimas y lípidos importantes para su correcto funcionamiento. Probióticos, activos que modulan el microbioma de la piel Aunque todavía hay mucho por aprender sobre el microbioma, la mayoría de los expertos coinciden en que el desarrollo del mismo comienza desde los primeros meses de vida. “No solo es importante prevenir cortaduras y grietas en esa barrera protectora, sino que, aunque sea difícil de creer, es igualmente importante nutrir las bacterias naturales que viven en tu piel”, afirman las dermatólogas Kavita Mariwalla y Mona Gohara. Lo cierto es que el microbioma se ha convertido en un área de investigación con mucho potencial en cosmética. Activos como los fermentos de probióticos aportan propiedades reequilibrantes del microbioma de la piel. Y, si bien todavía no existen tratamientos específicos para el microbioma, sí que es posible cuidar la piel con productos que lo respetan, los llamados microbiome-friendly, y promueven su homeostasis. Por un lado, porque están formulados con ingredientes seguros y no disruptivos que reequilibran la piel y, por otro, por el uso dee derivados probióticos, que promueven la salud de las cepas saludables del microbioma de la piel y reducen la concentración de cepas patógenas. Lamixtura, marca especializada en la formulación de productos de cuidado de la piel fundada por dos farmacéuticas y pionera en rutinas faciales adaptativas que reequilibran todos los estados de la piel, destaca que una de las innovaciones en activos cosméticos microbiomefriendly es la aplicación de los derivados de probióticos y el estudio de su interacción con la piel. Distinguen, en este sentido, entre probióticos, los organismos vivos, conocidos como las ‘bacterias buenas’y postbióticos, que son las moléculas bioactivas, producidas por los probióticos. “En cosmética se utilizan los postbióticos, también llamados derivados de los probióticos. Si añadimos organismos vivos a los cosméticos, el sistema conservante los inactivaría. Pero lejos de ser menos eficaces que los probióticos, que si se utilizan en alimentos y suplementos ingeridos, los postbióticos son activos muy interesantes. Tienen un efecto beneficioso en el microbioma de la piel, aumentando su diversidad y reduciendo la concentración de cepas patógenas”, explican las expertas. Al re-equilibrar el microbioma, que como hemos comentado es la barrera más externa, reforzaremos la función barrera de la piel. Sello ‘microbiome-friendly’ Durante sus primeros meses, la piel del bebé trabaja intensamente para crear lípidos y péptidos naturales para mantenerse saludable, así que, al bañarlo, es importante evitar productos agresivos que pudieran interrumpir este proceso natural. “Al nacer, tu bebé está cubierto de un vérnix (una capa natural de color blanco que recubre la piel del recién nacido) lleno de bacterias saludables que ayudan a fortalecer la piel del recién nacido”, señalan desde Dove. Una forma sencilla de cuidar el microbioma del bebé es crear un régimen para el cuidado delicado de la piel. Sin embargo, numerosos productos llamados‘compatibles con los microbiomas’ya están inundando el mercado sin ninguna autoridad de control que los respalde. Contra esta situación, eel sello microbiome friendly garantiza los estándares de calidad de este tipo de soluciones. Kristin Neumann, cofundadora y directora científica de la entidad, asegura que “MyMicrobiome es un organismo de control independiente que prueba rigurosamente productos e ingredientes para determinar su impacto en el microbioma de la piel”. “Hemos desarrollado una prueba estandarizada basada en microbios humanos que genera resultados claros y significativos de acuerdo a los últimos descubrimientos científicos. Las pruebas se realizan en laboratorios calificados en Alemania y brindan información sobre la influencia en las especies clave del microbioma de la piel. El producto debe dejar el microbioma cutáneo intacto, respetando así la diversidad microbiana y su equilibrio”, recalca. Como parte de la certificación microbiomefriendly, los productos para bebé pasan por un proceso de certificación para el Estándar 20.10, con el fin de proteger su piel sensible y no obstaculizar el desarrollo de un microbioma cutáneo sano y estable. Cómo cuidar el microbioma de la piel del bebé Una rutina de cuidado de la piel adecuada no solo pasa por usar determinados productos. Para mantener a punto el microbioma de la piel del bebé, la Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda evitar el baño inmediato al recién nacido y dejar que se desvanezca la vernix caseosa, además de mantener la piel hidratada utilizando lociones o aceites específicos para bebés, sin fragancias ni ingredientes irritantes. Asimismo, sugiere evitar el uso de jabones y lociones con fragancias o ingredientes irritantes, que pueden alterar el equilibrio del microbioma. También sostienen que cambiar los pañales con frecuencia es fundamental para evitar la irritación y la sobreinfección. Por otro lado, la AEP advierte que el talco puede irritar la piel y dificultar la respiración, y recuerda que la leche materna contiene microorganismos beneficiosos para el microbioma del bebé. Y, por último, pero no menos importante, hace hincapié en que el contacto con la madre ayuda a colonizar el microbioma del bebé con microorganismos beneficiosos. LA AEP SUGIERE EVITAR EL USO DE JABONES Y LOCIONES CON FRAGANCIAS O INGREDIENTES IRRITANTES
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